"Somos eco del pasado, que venimos a despertar, a la mujer del futuro"

martes, 28 de febrero de 2012

TEODORA LAMADRID



Teodora Hervella Cano, conocida como Teodora Lamadrid (Zaragoza, 26 de noviembre de 1820 – Madrid, 21 de abril de 1896) fue una de las figuras más destacadas del panorama teatral de la España del siglo XIX.

 

 

Biografía

Teodora Lamadrid2.JPGActriz de amplio registro, tuvo ocasión a lo largo de su carrera de interpretar algunas de las más representativas piezas de teatro clásico, en prosa y en verso, y probar suerte también como cantante lírica de ópera y zarzuela.
Hermana de la también actriz Bárbara Lamadrid, pisó un escenario por primera vez a la corta edad de ocho años. En 1832 se trasladó a Madrid al ser contratada, junto a su hermana, para trabajar en los teatros Príncipe y de la Cruz.
Sobre los escenarios madrileños fue consolidando su prestigio hasta que en 1851 interpretó uno de las obras cumbre de su carrera, Adriana Lecouvreur, que supondría su consagración definitiva. En años sucesivos, su repertorio se fue engrosando con obras como Locura de amor , El tanto por ciento, La campana de Almudaina, Lo positivo, Virginia, La villana de Vallecas, El desdén con el desdén, Don Juan Tenorio, Los amantes de Teruel o El trovador.

Su faceta como cantate lírica incluye una de las primeras óperas españolas, El novio y el concierto (1841), compuesta por su esposo Basilio Basili, como era habitual en los actores de la época, realizó también una exitosa gira teatral por diversos países de Latinoamérica.
También se dedicó a la docencia, impartiendo clases en la Escuela Oficial de Declamación del Conservatorio de Madrid, entre otras personalidades, a la posteriormente figura del teatro español María Guerrero.
Coetánea de Matilde Díez, la otra gran figura del teatro español del momento, ambas mantuvieron cierta rivalidad a lo largo de los años.
Su retrato figura, entre otros, en el telón del Teatro Principal de Zaragoza que data de 1877. Con carácter póstumo ha dado nombre a calles en varias ciudades españolas

MARIA TOMASA PALAFOX Y PORTOCARRERO

 María Tomasa Palafox y Portocarrero (Madrid 1780, San Giorgio a Cremano, Nápoles 1835). Marquesa de Villafranca y duquesa de Medina Sidonia, hija de la condesa de Montijo y de Felipe Palafox. Perteneciente a una acaudalada familia de la alta aristocracia aragonesa, se casó en 1798 con Francisco de Borja Álvarez de Toledo, marqués de Villafranca y duque de Medina Sidonia.

     Su madre, una gran ilustrada de la época, que disfrutó de una enorme actividad social inédita para las mujeres hasta la fecha, dio a su hija una educación magnífica. Tomasa siguió sus pasos.  Practicó la pintura y fue nombrada académica en 1805.

En 1811, fundó en Cádiz la Sociedad Patriótica de Señoras de Fernando VII, donde tuvo destacado protagonismo en aquellos años de Cortes.

     Esta asociación tenía como fines colaborar en la intendencia del ejército y de los hospitales, así como excitar el patriotismo de las damas a fin de que todos contribuyeran en la Guerra de la Independencia. Las mujeres se encargaron de recaudar fondos y organizar la confección de uniformes para el ejército, pero también dieron a conocer sus aspiraciones y logros a través de la prensa periódica, siendo objeto de especial reconocimiento por periódicos como el Semanario Patriótico y El Conciso.

     Publicó un Elogio a la reina Isabel de Braganza en 1819 y varias Memorias sobre las tareas de la Junta de las Damas en los años en que ejerció la presidencia (su madre fue secretaria de la misma durante 18 años ininterrumpidos). En 1830 se le concedió la banda de la Orden de Damas Nobles de la reina María Luisa. Las inclinaciones carlistas de su segundo marido y su hijo mayor la llevaron a Italia, donde murió.

Matilde Padrós y Rubio

Matilde Padrós Rubió nació en Barcelona en 1873, hija del comerciante textil catalán Timoteo Padrós y de Paulina Rubió. Nació en el número 11 de la calle del Coll y tuvo cuatro hermanos más.

La familia se trasladó a Madrid siendo Matilde una niña y abrió una tienda de modas, llamada El Capricho, en la esquina de las calles Alcalá y Cedaceros.

 Asistió, como buena burguesa, a un colegio privado, y al final del curso se presentó por libre a los exámenes en el Instituto San Isidro. Terminó el bachillerato el 1 de julio de 1887, con 14 años, con nota de sobresaliente. Solicitó el ingreso en la universidad Complutense, que ejercitó al comenzar el curso siguiente. En el tiempo en que Matilde ingresó en la universidad, nueve de cada diez mujeres que entraban a comprar en El Capricho no sabían ni leer ni escribir.
La universidad no estaba cerrada a las mujeres, que podían examinarse; sin embargo, lo que parece que estaba prohibido aun era asistir a clase. De hecho Matilde, matriculada en la universidad, tuvo que estudiar el primer curso en casa y, en el verano de 1888.

Es posible que a Matilde esta situación de tener que examinarse por libre no le gustase nada; además, probablemente encontraba que era un hándicap no poder asistir a las clases como sus compañeros hombres. Por esta razón o por otra, lo cierto es que, cara al segundo curso, don Timoteo se dedica a mover Roma con Santiago para que su hija pueda asistir a las clases. Finalmente, lo consigue.
La asistencia de Matilde a las clases, no obstante, no era normal. Siendo como es el conocimiento de peña del otro sexo y el ligoteo un hecho colateral de ser universitario, ni Matilde ni sus compañeros pudieron catarlo; ella jamás tuvo contacto normal con sus compañeros de clase.
Matilde acudía al edificio , en lugar de dirigirse al aula, lo hacía a la sala de profesores. Allí esperaba a que llegase el profesor que iba a impartir su clase, momento en el cual, acompañada por éste y por un bedel, iban los tres al aula. Así escoltada entraba Matilde Padrós en el aula, para sentarse en una sillita junto a la mesa del profesor, lejos de los escaños de los alumno. Al terminar la lección, regresaba a la sala de profesores igualmente escoltada donde, al finalizar la última clase, la esperaba algún pariente suyo o criado, que la acompañaba a casa. Matilde Padrós, por lo tanto, nunca intercambió conversaciones ni contactos con sus compañeros de clase, como no fuesen los extremadamente formales que permitía este régimen. Además, vestía de una forma muy recatada y oscura. Los estudiantes de su curso la apodaron La Niña.
En casi todas las asignaturas, entre las que se cuentan el griego, la metafísica, la literatura, el hebreo, sacó sobresaliente. El 19 de junio de 1890 aprobó el último examen de su licenciatura.

Con posterioridad, ya en la Universidad Central, Padrós siguió dos cursos de doctorado. Fue eximida del pago de matrícula, por haber sido calificada con matrícula de honor, e hizo estudios de sánscrito, historia de la filosofía, más literatura o estética. El ejercicio de grado para sacarse el doctorado lo hizo el 27 de abril de 1893, sacando un sobresaliente.
Terminados los estudios de Matilde, su padre la necesitaba para viajar, sobre todo a París, y tratar de copiar los diseños que allí se veían. Así pues, tras tan brillante carrera intelectual, primero obedeció a su padre, y después sería ama de casa.

Girados los goznes del siglo XX, Padrós conoció al ilustrador malagueño Francisco Sancha. Tras un noviazgo a la antigua se casaron en 1906. En 1911, se fueron a Londres. Matilde Padrós trabajó de profesora de español, así como redactora de la Enciclopedia Británica.

En 1922, la familia regresó a España, a Madrid. Matildey muere en 1937

lunes, 27 de febrero de 2012

Agustina de Aragón

Conocida como Agustina de Aragón, o también como “La Artillera”, su verdadero nombre era Agustina Raimunda María Saragossa Doménech, de padres payeses del pueblo Leridano de Fullera, aunque bautizada en Santa María del Mar de Barcelona como consta en el acta de bautizo, el 6 de marzo de 1786.
Sus padres, Pedro Juan Francisco Ramón Saragossa Labastida y Raimunda Doménech Gasull, buscando mejorar su situación, en los difíciles tiempos que corrían y con muchos hijos, tuvieron 11, decidieron marcharse a trabajar en Barcelona.
A los 17 años, (16 de abril de 1803), se casa con un joven de Masanet de Cabreys, Figueres, Juan Roca Vilaseca, cabo 2º del Primer Regimiento del Real Cuerpo de Artillería, destinado en la guarnición de Barcelona.
El cabo 2º, participó en casi todas las escaramuzas que hubo en la zona, desde Esparraguera hasta la de junio de 1808 en Bruch, en la defensa de Barcelona de la invasión de las tropas Napoleónicas, luego en la retirada de diciembre del Campo de Esplugues, y pocos días después, de la de Molins de Rey. Desde allí, las tropas españolas prosiguen su lucha hasta llegar a su nueva guarnición, Zaragoza.
Hasta allí le siguen su mujer, Agustina y el hijo, que tan sólo tiene cuatro años, lo normal en aquel entonces era que con los ejércitos que se desplazaban a cierta distancia lo hicieran acompañados de grandes masas de civiles: sus familiares.
Recién llegados a Zaragoza, se encuentran una ciudad a la que poco a poco van llegando restos de tropas regulares de las zonas limítrofes, procedentes sobre todo de los descalabros de Tudela y Mallén, dispuestas a refugiarse, y también a defender la plaza fuerte de la ciudad del inminente ataque francés.
La guarnición con que contaba la plaza era muy escasa, estaba formaba por un Estado Mayor con 113 jefes y oficiales, la mayoría de fuera de Zaragoza, veteranos y enfermizos, la tropa constaba de una Compañía Fusileros de 178 hombres, una partida de 383 soldados y 157 reclutas repartidos en pueblos y puntos de la provincia.
El primer asedio de Zaragoza comienza el 15 de junio de 1808, las tropas francesas al mando del General Lebfevre, mal organizadas y muy ufanas, envía una propuesta de rendición de la plaza, propuesta que es rechazada por el General Palafox.
Los planes franceses eran los de bombardear la ciudad por tres lugares a la vez: por la puerta del Carmen, las del Portillo y la de Santa Engracia.
Cuando comienzan los bombardeos, es tal el desconcierto y la improvisación, que los zaragozanos tuvieron que fortificar la plaza bajo el fuego de los cañones franceses y los ataques de su caballería e infantería.

Y llegamos a la heroica gesta.
El 2 de julio, las tropas francesas logran penetrar por una brecha abierta en la Puerta del Portillo, su defensa estaba encomendada a Francisco Marco del Pont, el artillero que disparaba la pieza de artillería en ese punto, un cabo a falta de otro de mayor graduación, cayó abatido por una granada, que hace estallar los cartuchos que quedaban, haciendo casi volar al resto, quedando inutilizada la batería, mejor dicho, quienes podían dispararla, y expuesta a ser asaltada.
Ya se acercaba una columna enemiga, cuando de pronto, una de aquellas mujeres que ayudaban a los que defendían las improvisadas trincheras, llevándoles municiones, agua y alimentos a pie de las murallas, toma una mecha, pasa por entre muertos y heridos, y dispara un cañón de 24 cargado con bala y metralla, esto hizo que los pocos artilleros que quedaban vivos, se levantaran y consiguieran seguir el fuego hasta que logra llegar un refuerzo de otra batería, obligando a las tropas francesas a una precipitada retirada.
A Agustina de Aragón, el Rey la nombra Artillera, con un sueldo de 6 reales diarios.

El asedio finaliza el 14 de Agosto, y no es hasta el 21 de Diciembre de 1808, en el que mucho mejor preparados y conscientes de que la lucha iba a ser muy dura, cuando llega el segundo y definitivo asedio. Éste, fue mucho peor, los franceses habían aprendido la lección anterior y cambiaron su estrategia, llegaron con tropas experimentadas y resueltas a no dejarse derrotar por lo que ellos llamaron turba de ciudadanos, pero que les habían hecho frente con éxito la última vez.Esta vez, los franceses si consiguieron cerrar el cerco a la ciudad, aunque contaron con una ayuda inesperada, una epidemia de tifus que asoló a la población, incluso Palafox cayó enfermo, la situación era desesperada, había hambre, frío, tifus y el Capitán General contagiado. En estas circunstancias se creó una Junta de Defensa que decidió capitular y rendir la ciudad a los franceses el 21 de Febrero de 1809, tras dos meses de fanática resistencia.
Cuando todo esto sucede, Agustina, como tantos otros está enferma con tifus, pero a píe de cañón y es hecha prisionera junto con miles de ciudadanos, enterados los mandos franceses que en su poder está la heroína de julio, la visitan, comunicándole que van a ser piadosos con ella. Esta piedad consiste en hacerla caminar con el resto de prisioneros junto con su hijo, en Olvega muere su hijo.
En 1809, el rey le concede el sueldo de Alférez de Infantería que disfrutaría hasta su muerte.
Ha nacido la heroína.

Cuando se repone marcha a Teruel, y más tarde a Sevilla y Cádiz, donde la agasajan como una heroína. Sin embargo quiere volver a Cataluña, a Tarragona donde su marido aun lucha contra los franceses.
Participa en la defensa de Tortosa y tras la caída de esta, se incorpora durante un breve espacio de tiempo, a la guerrilla que dirige Francisco Abad “Chaleco”, por La Mancha, más tarde se incorpora al Cuerpo que manda Morillo y hasta parece que participa en la batalla de Vitoria.
En 1814, cuando acaba la guerra, vuelve a Zaragoza y de allí a Barcelona, donde al Subteniente Roca, su marido, acaban de destinar. Aquí nace su segundo hijo, el niño, nació delicado y deciden buscar un clima más benigno que siente mejor al niño.
Piensan en el clima de Castilla, y Roca logra que le trasladen a Segovia, adonde llegan en 1817. Allí estarán dos años, hasta que llega el ascenso a Teniente de Artillería de su marido, al que destinan a Valencia, tres años después, y cuando se encontraban en Barcelona, pide el retiro por enfermedad, sin embargo, el clima le sienta mal al teniente Roca, y fallece víctima de la tisis. Juan Roca fallece en el Hospital Militar del Seminario, de Barcelona, en agosto de 1823.
Agustina queda viuda con 37 años, unos meses después, en marzo de 1824, sin solicitar la Real Licencia para contraer matrimonio como era preceptivo, por su condición de Subteniente Vivo de Infantería, contrae segundo matrimonio con un médico almeriense algo más joven que ella, pues sólo tiene sólo 26 años, Juan Cobos Belchite y Reperma. En julio de 1825, en Valencia, donde viven en esos momentos, nace su hija Carlota.
Con el Real indulto de 17 de diciembre de 1830, solicita su aplicación por no haber solicitado a su debido tiempo la Real Licencia para contraer nuevo matrimonio.
El nuevo matrimonio pasa a residir en Sevilla.
En 1847, su hija Carlota, se casa con Francisco Atienza y Morillo, Oficial 2º del Cuerpo de Administración Militar, que es destinado a Ceuta, Agustina marcha con ellos, dejando en Sevilla a su marido y a Juan Roca su segundo hijo, estudiante de medicina en esos momentos, profesión que ejercería hasta su muerte en la ciudad.
En Ceuta, ocupan una casa en la calle Real, conocida como la “Casa grande”, allí sigue ostentando su grado de Subteniente con un sueldo de 511 reales de vellón.
El 29 de mayo de 1857, con 71 años, fallece, siendo enterrada en el Cementerio General de Santa Catalina de la ciudad de Ceuta.
Sus restos no serían trasladados a Zaragoza hasta el 14 de junio de 1870, año en que llegan a la ciudad, quedando depositados en la Catedral del Pilar. Hasta que llega el traslado definitivo a la capilla de la Asunción de la Virgen, en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Portillo en junio de 1908.
En 1876, el Rey le concede a su viudo, para si y sus herederos, el título de Barón de Cobos de Belchite.
Hasta aquí la biografía más o menos real de Agustina de Aragón, aunque recientes publicaciones de historiadores, indican que la tal heroicidad, no fue más que el fruto del General Palafox, cuestionado por la nula estrategia en la defensa de la ciudad, que necesitado de un hecho heroico y conociendo el amor de Agustina por los cuarteles, el que la encumbró. También se cuenta que mientras ella vivió en Zaragoza, y empezó a pensar que su marido estaba muerto (se encontraba en el Tórtosa) y se casó con un joven soldado, Luís Talerbe, que en 1814, cuando aparece, el marido, se escabulle discretamente camino de América, donde se le pierde el rastro.

domingo, 26 de febrero de 2012

Trinidad Guevara

Trinidad Guevara nació en 1798 en Santo Domingo de Soriano, Uruguay. Destacada actriz de teatro uruguaya.

En los primeros años de 1800, Trinidad y su familia se trasladaron a Montevideo, donde su padre, Joaquín Ladrón de Guevara, trabajaba como actor y archivero, en la Casa de Comedias. Trinidad comenzó a actuar en la Casa de Comedias como actriz secundaria, a los trece años.

Cantaba y bailaba destacándose en diversos géneros: drama, comedia o sainete. Su energía y talento, junto a su ductilidad y perfecta dicción, lograron que a los 17 años obtuviera su primer papel protagónico.

Independiente y transgresora en una sociedad conservadora, Trinidad fue madre soltera: de su relación con Manuel Oribe, Capitán del Cuerpo de Artillería, nació una niña en 1816. A fines de ese año, se trasladó a Buenos Aires, donde comenzó a trabajar en el Teatro Coliseo.

Al poco tiempo se destacó como la intérprete preferida del público: sabía dar vida y expresividad a sus personajes; era aplaudida y aclamada. "Hamlet", "Otelo", "Hernani", "Pablo y Virginia", en esta obra asombró al público al desempeñar el rol masculino. Audaz y llena de energía en su vida privada desafió la moral impuesta a las mujeres de su tiempo: fue amante de un hombre casado, con quien tuvo seis hijos, lo que escandalizó a la iglesia; fue censurada y acusada de ser una "mujer prostituida". Trinidad suspendió su actuación por un corto tiempo, pero se defendió con valentía.

Su reaparición en escena fue recibida con elogios y aplausos. Triunfó en los teatros de Córdoba, Mendoza, Santiago de Chile y en Montevideo, retornando siempre a Buenos Aires. Su carrera prosiguió con éxito y en 1856 hizo su última interpretacióncon "La Cisterna" de Albi, en el Teatro El Porvenir.

Trinidad Guevara, gran actriz , falleció en Buenos Aires en 1873.

ELIZABETH CADY STANTON

Elizabeth Cady Stanton, nació en 1815 en Nueva York. Pionera del movimiento a favor de los derechos de la mujer y escritora de Estados Unidos. Recibió una educación superior, sabía idiomas, matemáticas, estudió lógica, fisiología y conocía las ideas filosóficas sobre los derechos naturales.

Desde joven, viendo actuar a su padre, un destacado abogado y juez, observó cómo las mujeres eran víctimas de la discriminación legal. Tomó la decisión de comprometerse activamente en el reconocimiento de los derechos de las mujeres. En 1840 se casó con Henry Stanton, periodista y orador antiesclavista con quien tuvo siete hijos.
En 1848 en Seneca Falls, Nueva York, organizó junto a Lucrecia Mott, la Primera Convención sobre los Derechos de la Mujer, elaborando un manifiesto - la Declaración de Sentimientos - en el que proclamó las demandas de todas las mujeres, de igualdad social y política, entre ellas, el derecho al voto.

Cuando nació su séptimo hijo, en 1859, izó en su hogar una bandera, para demostrar la importancia de la maternidad y así defender los derechos de la mujer. Elizabeth y
Susan B. Anthony, crearon en 1869 la Asociación Nacional para el Voto Femenino y fundaron un periódico Revolución, en el que denunciaban las injusticias que sufrían las mujeres.


Después de la muerte de su esposo, Elizabeth dictó conferencias en varios estados, para costear la educación de sus hijos; profundizó su análisis en la desigualdad entre los sexos: el derecho de la mujer casada a tener propiedades, como medida de seguridad, debían tener las mismas ventajas legales y financieras. Promulgó la ley de divorcio, los derechos de la mujer y la religión.

En 1895 publicó "La Biblia de las Mujeres" un estudio sobre el sexismo en el Antiguo Testamento y su autobiografía en 1898. Fue coautora de los tres primeros volúmenes de "Historia del sufragio femenino".

Incansable luchadora, abolicionista y activista de los derechos de la mujer, Elizabeth Stanton murió en plena actividad, en 1902 a los 86 años, en Nueva York.

                                                       

SOJOURNER TRUTH

Sojourner Truth nació en Nueva York, aunque es incierta la fecha, se cree que nació cerca de 1797. Abolicionista afroamericana nacida en la esclavitud, su verdadero nombre era Isabella.

Luego de pasar una difícil infancia y juventud, trabajando para varios amos, Isabella huyó en 1827, un año antes de que se aboliera la esclavitud en el estado de Nueva York y trabajó como mucama en comunidades religiosas, durante varios años.

Cuando empezó a percibir voces , en 1843, cambió su nombre Isabella por Sojourner Truth, "Trashumante de la Verdad" e inició un recorrido para predicar las enseñanzas visionarias, entonó cánticos evangélicos y abogó por la abolición de la esclavitud en muchos estados. Viajó sola, dictó conferencias y aunque era analfabeta, su gran figura - medía casi un metro ochenta de alto - y voz potente atraían a grandes multitudes.

En sus discursos antiesclavistas describía los abusos de la esclavitud y las penurias que sufrían los negros, y en especial las mujeres,defendió el sufragio femenino. Su discurso más famoso fue ¿Acaso no soy mujer?, pronunciado en 1851 en la Convención de los Derechos de la Mujer. Fue la única mujer negra que asistió.

Dictó sus memorias como esclava en 1850, a Olive Gilbert. Durante la Guerra Civil organizó un acopio de víveres para los voluntarios negros y tomó parte en varias causas políticas. Fue recibida por el presidente Lincoln en la Casa Blanca en 1864, como homenaje a sus esfuerzos.
Ferviente defensora de los derechos de la mujer, luchadora incansable por la libertad y la igualdad de todos los afroamericanos, trabajó en un programa de distribución de parcelas de tierra para esclavos liberados; campaña que no se cumplió.

Sojourner Truth falleció en 1883, en Michigan.
     

ROSA BUTLER Y MENDIETA

Rosa Butler y Mendieta fue una escritora y poeta nacida en Jaén en junio de 1821.

 Hija de un capitán del ejército, fue educada por una hermana de su padre, Rosa Butler, y por su marido Antonio Izquierdo, con quienes vivió en Cádiz hasta 1841, en que se trasladaron a Puerto Real.
En este pueblo, é inspirada por la soledad y por las impresiones del campo, se desarrolló plenamente el sentimiento poético, que indudablemente habia nacido con ella, y que hasta entonces habia dormido en el fondo de su alma.

Colaboró con sus trabajos en varias publicaciones sevillanas y en la publicación feminista dirigida por Margarita Pérez de Celis “El Pensil Gaditano”. Anteriormente Butler había colaborado con “La Mujer”, publicación editada por un grupo de feministas moderadas nucleada en torno a María Verdejo y Durán. Vemos, pues, que Rosa Butler tuvo una relación fluida con las distintas tendencias del movimiento feminista que se empezaba a gestar en la segunda mitad del siglo XIX.

Entre las obras de Butler destacan el libro titulado “La noche y la Religión” (1849), dedicado a Tomás García Luna, fechado en Alcalá de Guadaira, y “La creación del mundo”, un ensayo épico, editado en Madrid en 1883.

sábado, 25 de febrero de 2012

ENRIQUETA LOZANO Y VELÁZQUEZ


  Granada, 1829-1895. Poeta, novelista y autora teatral.
También conocida como Enriqueta Lozano de Vílchez, es una de las escritoras granadinas más prolíficas y, en su día, reconocidas del siglo XIX. Empezó a escribir desde muy joven, y a los 18 años publicó la comedia Una actriz por amor (Granada, 1847). Fue profesora de Ciencias y Literatura y colaboró en revistas como El Eco de Occidente, El Guadalbullón o la Revista Literaria Granadina. El año 1875, fundó y dirigió la revista La madre de familia, muy representativa de la sociedad y de las costumbres de su época. Recibió numerosos galardones en su ciudad natal, donde gozó de una gran popularidad. Fue socia de mérito del Liceo de Granada, bajo la presidencia del Excmo. Sr. Conde de las Infantas, en las fechas en que esta institución organizó los actos de coronación del poeta José Zorrilla, celebrados con toda pompa en el Corpus de 1889. Residió en Granada hasta su muerte, vinculada siempre a los ambientes literarios de la ciudad .
Todas sus obras están impregnadas del intimismo propio del Romanticismo, patente en libros como La lira cristiana (Granada, 1857) o Perlas y lágrimas (Granada, 1860), que deriva en ella hacia su vertiente más artificiosa, sobre todo en poesía, en versos que combina con habilidad y en los que da rienda suelta a un sentimentalismo rayano en la sensiblería, como es fácil apreciar, entre otros poemarios, en El ramo de violetas (Granada, 1861).

 Su espíritu tradicional y religioso, si bien igualmente presente en su poesía, se manifiesta con más evidencia en sus obras de teatro, de carácter moralizador. Dicho espíritu tradicional puede verse en obras como la comedia en verso Un doble sacrificio, en el drama El cáncer social (Granada, 1876) o en La ruina del hogar (Granada, 1873), comedia en 3 actos y en verso donde la autora, partidaria de la mujer sumisa y en casa, habla por boca de uno de sus personajes, el padre, que, ya al final del último acto, dirigiéndose a sus hijos, Adela y Miguel, justifica el título de la obra expresándose en los siguientes términos: "que sólo de la mujer / la dulce misión serena / consiste en ser hija buena / y ejemplo de madre ser; / y que en su santa quietud / feliz y bella se siente, / si escritas lleva en la frente / la bondad y la virtud. / Mas ese afán de brillar / que hoy a la mujer domina, / es, hija mía, la ruina / de la dicha y del hogar". De su religiosidad, baste citar El faro bendito (Granada, 1959) o el drama sacro en 1 acto Dios es el Rey de reyes (Granada, 1852).
A estos rasgos característicos habría que añadir el costumbrismo que, aunque subyace también en los géneros anteriores, se manifiesta con mayor claridad en su obra narrativa. Sirvan de ejemplo, entre sus numerosas novelas, Juan, hermano de los pobres (Granada, 1848), Consuelo y juicio de Dios (Granada, 1859), El secreto de una muerta (Granada, 1860), Lágrimas del corazón (Granada, 1861), Buena hija y buena esposa, Delirios de ambición y muchas más.
En resumen, no sería aventurado afirmar que se trata de una escritora típicamente provinciana, que aborda todos los temas desde una perspectiva tradicionalista y conservadora.

Al margen de su abundantísima obra publicada, se le atribuye el texto, todavía vigente, de los diálogos y parlamentos en algunas de las representaciones populares de las "Fiestas de Moros y Cristianos" que anualmente se celebran por las calles de numerosos pueblos de la Alpujarra, como el de Válor.
OBRAS: Poesías de la señorita doña Enriqueta Lozano y Velázquez. Imprenta de la Sociedad Tipográfica. Jaén, 1848: Obras completas en 3 volúmenes. Imprenta de don Valentín de los Reyes. Granada, 1866.


Antonia Díaz y Fernández de Lamarque

Nació en Marchena (Sevilla) en 1827.

Perteneciente a una familia acomodada, era hija del médico Francisco Díaz, la mayor parte de su infancia transcurrió en Sevilla, donde recibió la educación propia de las señoritas de su época -una formación encaminada a dotar a la sociedad de buenas amas de casa y madres de familia-. Por lo tanto, su irrupción en la esfera literaria se debe principalmente a su empeño autodidacta por aprender, y en gran medida la biblioteca paterna fue la cuna real de su aprendizaje.

En 1846 empieza a escribir en diarios y revistas de la capital y colabora con otros poetas románticos en las “Coronas poéticas”, homenajes a personajes ilustres o a acontecimientos públicos de la época.

Así, con el paso del tiempo y con grandes dosis de perspicacia y discreción, Antonia logró abrirse camino en un círculo -el literario- que, por ser eminentemente masculino, se presentaba siempre hostil. De hecho, durante toda su vida renunció siempre a ocupar un primer plano, papel que siempre cedía a su marido, el también poeta José Lamarque de Novoa , cónsul de Australia y Hungría, con el que se casa en 1861. En su casa “La alquería del Pilar”, en Dos Hermanas, mantenían una tertulia literaria muy concurrida por los jóvenes poetas sevillanos del momento. A partir de ese momento empieza a firmar sus poemas como Antonia Díaz y Fernández de Lamarque. Una de las primeras ocasiones en que Antonia Díaz Fernández utiliza su nuevo apellido es en el volumen “Tertulia literaria. Colección de poesías selectas leídas en las reuniones semanales celebradas en casa de Don Juan José Bueno (1861)”.

Entre sus títulos más importantes cabe destacar: “Flores marchitas: baladas y leyendas” (1877-1882), “Poesías líricas” (1893), o “Aves y flores: fabulas morales” (1990). Escribió también una novela por entregas "El precio de una Dádiva" (1875), con el pseudónimo de ENRIQUETA MADOZ “Paseos por los alrededores”, también con el mismo seudónimo (publicada en 1975).

La obra poética de Antonia Díaz se enmarca dentro de la denominada “escuela sevillana de poesía”, una corriente literaria que se desarrolló a la sombra de Gustavo Adolfo Bécquer pero imprimió su particular sello en los grandes poetas sevillanos de las primeras décadas del siglo XX.
Murió en Dos Hermanas (Sevilla) en 1892.

Isabel Cheix Martinez

Nació en Málaga en 1863.

Procedía de una familia acomodada, su padre era ingeniero de minas, que residió entre Almería, Málaga y Sevilla. Se educó en Almería y muy pronto se trasladó a Sevilla.

Dedicó Isabel su juventud al cuidado de sus hermanos al quedar huérfana de madre a los 19 años, alternando desde entonces las tareas domésticas con sus aficiones literarias.

De pensamiento tradicional y conservador, se conoce que ofreció una conferencia en Sevilla con el sugerente título de “¿Debe o no ilustrarse la mujer?” y acorde con ello merece destacarse su pensamiento publicado en el diario malagueño El Ateneo en 1889: “Sólo comprendo la felicidad en la práctica de la virtud”.

Comenzó publicando sus poemas en la prensa local malagueña y participó en diversos concursos literarios y abordó todo tipo de géneros. La poesía lírica seguiría siendo el género más cultivado, aunque aparecería en los poemas un nuevo tema, el patriotismo, unido con frecuencia a una condena de la guerra y a un deseo ferviente de paz. También cultivó con esmero la temática religiosa y sería la única de su generación que abordaría el género biográfico, concretamente la hagiografía.

Cheix tocó todos los ámbitos literario,.scribió bajo el seudónimo de MARTÍN ÁVILA.

Murió en Sevilla, el 6 de agosto de 1899.

 Obra
Comenzó publicando sus poemas en la prensa local malagueña y participó en diversos concursos literarios, . Fue premiada por sus poemas “La ofrenda Milagrosa”, “El Ancora de Salvación” y “Nuestra Señora de la Cinta”.
Su producción poética incluye también el poema “La cruz del Valle” y el romance de temática religioso popular “La romería del Rocío”.
En el ámbito histórico destacaron su poema “La muerte de Cervantes” y la leyenda “El Rey Mártir”, premiada por la Academia de Buenas Letras de Sevilla, así como sus romandes “El cautivo”, “El Incendio de Astaza” y “Romancero de Pedro I de Castilla”. En el ámbito narrativo publicó la novelita Las memorias de un plato de China, , así como otras de temática religiosa, La Estrella de los Mares, Historia de la Virgen María (1873), Historia de Santa Teresa de Jesús (1893), Clemencia y El Amatistero.

Para el teatro tenemos tres obritas publicada, el drama Magdalena (1896 y 1903), el sainete de La tía Lechuza (1906) y la comedia Violeta.
Como literata, su primera obra fue " Al Lucero de la mañana". Escribió en total 27 novelas y nueve leyendas. Como periodista, colaboró en "La semana católica"; "Revista Compostelana"; "Revista Católica"; "Asta regia"; "El folletín"; "Sevilla Mariana"; "Cádiz"; "La Ilustración Artística".

SUSAN B. ANTHONY

Susan Brownell Anthony - Age 28 - Project Gutenberg eText 15220.jpgAdams, 1820 - Rochester, 1906.

Feminista estadounidense.Fue una de las principales líderes del movimiento sufragista norteamericano, que durante la segunda mitad del siglo XIX reivindicó el derecho de voto para las mujeres. Entre 1892 y 1900 presidió la Asociación Nacional pro Sufragio Femenino.

Su padre, Daniel Anthony, era un maestro cuáquero liberal y militaba activamente en el movimiento antiesclavista. Susan se educó en un ambiente de independencia de criterio y rigor ético que marcaría toda su trayectoria política. Acudió a la escuela primaria local y pasó luego al colegio que su padre había fundado y dirigía. Completó sus estudios, orientados a la pedagogía, en un internado femenino de Filadelfia y en un colegio para señoritas del interior del estado de Nueva York. Al concluir sus estudios, regresó a la casa familiar en Rochester (Nueva York) y se dedicó a la enseñanza hasta que cumplió los treinta años.

Su activismo político se inició en sus años de formación, guiada por el ejemplo de sus padres. En 1848 se unió al movimiento antialcohólico o "movimiento pro temperancia", en el que militó durante cinco años. En él tomó conciencia de las limitaciones que el hecho de ser mujer implicaba, incluso en el seno de una organización reformista liberal, y sintió la necesidad de crear un grupo exclusivamente formado por mujeres, la Sociedad Femenina pro Temperancia del Estado de Nueva York.

Pero su paso al feminismo no se produjo de forma definitiva hasta que, en 1851, conoció a Elizabeth Cady Stanton. Stanton se convertiría en su compañera inseparable y ambas encabezarían el feminismo norteamericano durante las siguientes cinco décadas.

Desde 1882 protagonizó diversas campañas en favor de la igualdad de derechos de las mujeres. La lucha feminista se centró en principio en reivindicaciones de carácter general, para ir progresivamente limitándose a la petición del sufragio universal, por considerar que el voto era el instrumento clave para conseguir ulteriores reformas legales.

Desde 1854, Anthony compaginó su activismo feminista con la lucha contra la esclavitud en el seno de la Sociedad Americana Antiesclavista hasta que el estallido de la Guerra de Secesión en 1861 apartó temporalmente a las mujeres de la primera línea de batalla, ocupada desde entonces por los ejércitos. En 1863 fundó la Liga de Mujeres Leales, que promovía la liberación de esclavos en los estados secesionistas del sur.

Al finalizar la guerra, siguió pronunciándose públicamente contra la violencia ejercida sobre la población negra, a la que instó a unirse al movimiento sufragista. Paralelamente, la ya inseparable pareja Anthoy-Stanton dirigió diversas campañas contra las leyes del estado de Nueva York discriminatorias de las mujeres y pronunció numerosas conferencias por todo el estado.

Desde 1854, Anthony compaginó su activismo feminista con la lucha contra la esclavitud en el seno de la Sociedad Americana Antiesclavista hasta que el estallido de la Guerra de Secesión en 1861 apartó temporalmente a las mujeres de la primera línea de batalla, ocupada desde entonces por los ejércitos. En 1863 fundó la Liga de Mujeres Leales, que promovía la liberación de esclavos en los estados secesionistas del sur.

Al finalizar la guerra, siguió pronunciándose públicamente contra la violencia ejercida sobre la población negra, a la que instó a unirse al movimiento sufragista. Paralelamente, la ya inseparable pareja Anthoy-Stanton dirigió diversas campañas contra las leyes del estado de Nueva York discriminatorias de las mujeres y pronunció numerosas conferencias por todo el estado.

Tras la guerra, las mujeres que habían participado en el movimiento abolicionista comprendieron que la consecución de sus fines propios -la igualdad de derechos para las mujeres- era una lucha que debían emprender por separado, sin contar con el apoyo de sus compañeros antiesclavistas, muchos de los cuales no aprobaban el activismo político femenino. La lucha feminista se centró desde entonces en la obtención del derecho al voto. Anthony se volcó sobre todo en la exigencia de igualdad salarial para las mujeres y en la mejora de las condiciones laborales de las obreras neoyorkinas.

En 1883 realizó un viaje por Europa, donde entró en contacto con las organizaciones feministas de Inglaterra y Francia.
 En 1890 fue elegida presidenta de la Asociación Nacional Americana pro Sufragio Femenino, cargo que ocupó hasta los ochenta años. Mientras tanto, no dejó de extender el mensaje del sufragismo y la igualdad de derechos, pronunciando conferencias a lo largo y ancho del país.
Susan Anthony murió en Rochester (Nueva York) el 13 de marzo de 1906, a la avanzada edad de 86 años, sin llegar a ver la aprobación del sufragio femenino en 1920.

jueves, 23 de febrero de 2012

JOSEFA AMAR Y BORBON

Josefa Amar y Borbón, (Zaragoza, febrero de 1749 - íd., 21 de febrero de 1833), pedagoga y escritora española de la Ilustración.
Hidalga aragonesa, hija del famoso médico de cámara de Fernando VI, José Amar, y de Ignacia de Borbón; emparentada con muy ilustres familias de la región. En toda su familia destacaban las profesiones liberales de médico o abogado. Sus hermanos se dedicaron a la milicia y a la Iglesia.

Tuvo eruditos preceptores y fue una lectora apasionada. Para poder satisfacer su ansia de saber aprendió latín, griego, italiano, inglés, francés, portugués, catalán y un poco de alemán. También le interesaron las cuestiones bibliográficas. Alcanzó, pues, una erudición más que notable y no tuvo igual entre las escritoras españolas de su siglo. Conocía toda la obra de los ilustrados e ideólogos franceses  y su pensamiento pasó de una Ilustración avanzada a un liberalismo convencido. Aborreció la extrema religiosidad de la cultura de la época y se mostró en todo como una laica convencida; nunca citó a escritoras religiosas: para ella, como si Santa Teresa y sor Juana no hubieran existido. En ese sentido, su feminismo fue más radical incluso que el de su contemporánea Margarita Hickey. Desaprueba que las niñas se eduquen en conventos de monjas y que incluso existan los conventos de monjas.

Se casó a los 23 años con un hombre viudo al que apenas conocía, mucho mayor que ella Joaquín Fuentes Piquer, que murió tras grave enfermedad en 1798. También murió trágicamente su hijo Felipe.

En 1782 fue nombrada socia de mérito de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País. En 1787 lo fue de la Junta de Damas y posteriormente de la Real Sociedad Médica de Barcelona.
Se dedicó principalmente a la traducción de obras extranjeras, mayoritariamente científicas. A éste añade además un Índice de autores y materias.

Defendió en la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País de que formaba parte la independencia y dignidad de la mujer, por medio de su traducción de uno de los libros europeos más famosos sobre el tema, el de Knox, Essay moral and literary, y de varios discursos que escribió y pronunció entre 1786 y 1790: Discurso en defensa del talento de las mugeres (1786), Oración gratulatoria . . . a la junta de Señoras (1787) y Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres (1790). En todos estos defiende el feminismo de la igualdad: el cerebro no tiene sexo, y la aptitud de las mujeres para el desempeño de cualquier función política o social.
Obras
  • Discurso en defensa del talento de las mujeres y de su aptitud para el gobierno y otros cargos en que se emplean los hombres (1786)
  • Oración gratulatoria... a la junta de Señoras (1787)
  • Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres (1790)

miércoles, 22 de febrero de 2012

FRANCISCA RUIZ DE LARREA Y AHERÁN

Frasquita, nació en Cádiz, en el seno de una familia acomodada, en el año 1775. Hija única de una familia con recursos, Frasquita tuvo una educación esmerada, circunscrita al dogmatismo católico más férreo, que completó con viajes a Inglaterra y a Francia, aprendiendo a usar sus lenguas con soltura.

A la edad de veinte años contrae matrimonio con el joven hamburgués, Juan Nicolás Böhl de Faber, de religión protestante y representante de los negocios familiares en la ciudad. La pareja se instala por un tiempo junto al lago Léman, lugar donde nacería su primogénita, Cecilia.

De vuelta a España, los siguientes años se repartirán entre estancias en Cádiz, a la que animan culturalmente abriendo sus primeras tertulias. En 1805, el matrimonio realiza su segundo viaje a Alemania, allí se desvela las primeras desavenencias conyugales. Frasquita vuelve sola a España, de modo que la trágica experiencia de la Guerra de la Independencia la atravesaría sola con dos de sus hijas en su casa de Chiclana. En todo este tiempo turbulento, Frasquita no pierde el tiempo ni el afán por saber.

Gracias al epistolario que mantiene con su marido conocemos sus inclinaciones literarias y las amistades que cultivó. Sabemos que le gustaba leer a Shakespeare, que conocía el pensamiento de Kant y Descartes, las obras de Madame Staël y que mantenía como lectura de cabecera las obras de Mary Wollstonecraft.

Durante la ocupación francesa mantuvo relaciones de amistad con el general francés Villate; gracias a él, conseguiría trasladarse a Cádiz en 1811, permaneciendo en la ciudad el tiempo justo para que, organizada su tertulia, ésta pasara a representar el círculo de reunión servil de la ciudad, frente. A finales de diciembre de ese año sale del país logrando reunirse con su familia en Alemania, su tercero y último viaje a esa tierra.

De nuevo en Cádiz reanudan una actividad cultural que dará fama al matrimonio y les reportará el mérito de introducir el movimiento romántico en el país. De este tiempo es el cambio de correspondencia con el filósofo Schlegel y el escritor Blanco White. Desde el punto de vista político, Frasquita, se manifiesta acérrima defensora de la monarquía absolutista de Fernando VII y escritos suyos le acarreará problemas con la censura. Integrados en los círculos de la burguesía local, pertenecen a la Real Sociedad de Amigos del País y a la Junta de Damas, respectivamente, desde su fundación.
La familia en esos años atraviesa una difícil situación económica que solventarán con un empleo que les llevará a trasladar su residencia a El Puerto de Santa María en 1822. Frasquita se dedica a traducir y a animar a una joven Cecilia indecisa en su labor como escritora. Como solían hacer las damas de aquella época, aprovechó algunas ocasiones para viajar por los pueblos de la provincia. La epidemia de fiebre amarilla desatada en 1819 le llevaría a realizar una estancia en Arcos de la Frontera. Más tarde recorre la zona de Arcos y Bornos. De estos viajes nos queda su testimonio escrito para penetrar en los detalles de la naturaleza  y su capacidad para describir tipos populares, afición, que sin duda trasladó al folklorismo que cultivara su hija Cecilia.

Frasquita Larrea, se nos muestra como una mujer decidida, fuerte e independiente, rasgos de su carácter que posiblemente la acercaran a la obra de Wollstonecraft, defendiendo la capacidad del entendimiento femenino. Su obra escrita, no muy extensa, se vierte en su obra epistolar y en una novela como Ella. Otros escritos, generalmente de carácter autógrafo, recopilan sus experiencias en viajes y opiniones literarias y políticas.
Su capacidad como traductora queda también ampliamente demostrada, llevando al castellano el Manfred de Lord Byron o el Viaje por Suecia, Noruega y Dinamarca de la propia Mary Wollstonecraft, entre otros autores.
Muere en El Puerto de Santa María en 1838


Maria Agueda Gallardo Guerrero



(Pamplona, Norte de Santander; 1751-1840)
“Doña María Águeda Gallardo Guerrero, nació en Pamplona el 5 de febrero de 1751. Fueron sus padres don José Gallardo y doña Rosa Guerrero. Los padres de doña Águeda contrajeron nupcias el 4 de octubre de 1746, en la Iglesia Mayor de Nuestra Señora de las Nieves. Los hermanos Gallardo Guerrero se llamaron: Ignacio Tomás, María Águeda, Bárbara Casilda, Antonio Ignacio, José Javier y Rafael Emigdio; todos Próceres de la Independencia nacidos en Pamplona.
Doña María Águeda Gallardo, casó en Pamplona a la edad de 16 años con don Juan Antonio de Villamizar y Peña, el 5 de agosto de 1767. Don Juan Antonio se desempeñó en varias oportunidades como Teniente Corregidor de la Provincia de Pamplona y Alcalde de la Santa Hermandad de San Pedro, una de las más importantes de América. Fue sargento del ejército comunero, Corregidor y Justicia Mayor de la Provincia y pertenecía a una de las familias más adineradas de la región. Hay que recalcar que la matrona pamplonesa en ningún documento aparece con el apellido de Villamizar; este error se empezó a cometer muchos años después de fallecida. En todos los documentos originales que reposan en los diferentes archivos de Pamplona, se menciona como Ägueda Gallardo Guerrero.”

Del matrimonio nacieron 10 hijos de los cuales 3 fueron soldados del ejército patriota: José María, Isidro y Bruno Villamizar Gallardo.

Además de sus hijos, otros miembros de su familia demostraron ideales a favor de la causa patriota, siendo así que uno de sus hermanos, el sacerdote Antonio Ignacio Gallardo y Guerrero, quien fuera rector del colegio del Rosario, fue firmante del acta de independencia de Santafé, el 20 de julio de 1810.
INFLUENCIA POLÍTICA
En 1795, Pamplona obtuvo el rango de Provincia del Nuevo Reino de Granada y su capital era la Ciudad de Pamplona, bajo la autoridad de un Corregidor. En 1808 llegó a Pamplona como gobernador don Juan Bastús y Faya, caballero catalán, abogado de profesión, quien quiso cambiar las costumbres de la población y la forma de vestir de los cabildantes, quienes asistían a las sesiones en alpargatas, sombrero y ruana. Ésta última prenda era considerada antihigiénica por la acumulación de pulgas y estaba prohibido usarla. Para ese tiempo, entre otros miembros del Cabildo de Pamplona, ejercían dichas funciones dos de los hermanos Gallardo Guerrero, quienes fueron reacios a aceptar las imposiciones de Bastús y ahí comenzaron las desavenencias. Dice el historiador Luis Eduardo Páez Courvel en su obra “Precursores, Mártires y Próceres santandereanos en la Independencia de Colombia” que en la residencia de doña Águeda comenzaron a realizarse tertulias, cuyo tema central era La Independencia. También lo corrobora don Luis Febres Cordero en su libro: “Del Antiguo Cúcuta”. Los criollos residentes en nuestra ciudad comenzaron a leer y a discutir en esas reuniones “Los Derechos del Hombre y del Ciudadano” y el “Contrato Social” de Roseau, documentos que había dejado intencionalmente el general Antonio Nariño en la residencia de un hermano de doña Águeda. 29 DE JUNIO DE 1810 EN PAMPLONA Un grupo de ciudadanos y personalidades encabezadas por doña María Águeda Gallardo salieron con música a la Plaza Principal, la noche del 29 de junio para celebrar la festividad de San Pedro, patrono de la importante cofradía que llevaba su nombre.
Se encontraban departiendo con gran alborozo, cuando se presentó el Corregidor Bastús, ordenó la suspensión de la fiesta y el retiro de todas las personas a sus casas, no sin antes discutir con la señora Gallardo, quien era la responsable de tamaña desobediencia, debido a que para cualquier actividad por pequeña que fuese, tenía que autorizarla el mandatario, quien obviamente se sintió burlado y encolerizado disolvió la celebración. Al otro día de los hechos, corrió el rumor que mediante Decreto se ordenaría el apresamiento de doña Águeda y la incautación de sus bienes por considerar el acto de la noche anterior, como asonada.
Inmediatamente sus hermanos y familiares organizaron la partida de la dama, quien sigilosamente salió de la ciudad a refugiarse en una de sus haciendas de La Garita.

EL 4 DE JULIO DE 1810 EN LA CIUDAD DE PAMPLONA

“Versión oral que ha trascendido sobre la Independencia de Pamplona

El 4 de julio de 1810, cinco días después de los hechos ocurridos en la fiesta de San Pedro, se encontraron en la Plaza Principal de la ciudad don Juan Bastús y doña María Águeda Gallardo Guerrero. Entablaron una acalorada conversación y ante las insolentes palabras del mandatario, la aguerrida dama arrebató el bastón de mando que sostenía el Corregidor Bastús en su mano. Inmediatamente la gente se amotinó alrededor, apoyaron a la señora Gallardo Guerrero; rodearon al mandatario y el pueblo enfurecido lo condujo preso al segundo piso de la Casa del Cabildo”

REACCIÓN DE LOS PAMPLONESES

Reducido Bastús a prisión se amotinó un grupo de personas de todas las clases sociales solicitaron Cabildo Abierto; se conformó la Junta Revolucionaria, se organizó el Batallón de Milicias, se envió comunicación a todos los cabildos sobre los hechos ocurridos en Pamplona, rechazando este valiente acto, el pueblo de Girón manipulado por el cura Eloy Valenzuela.
El 31 de julio de ese mismo mes y año se firmó en la casa del antiguo colegio de los jesuitas el Acta de Independencia, se reemplazaron las autoridades españolas y esa memorable noche se recibió la noticia del levantamiento ocurrido el 20 de julio en la ciudad de Santafé, noticia que llenó de alborozo a los ciudadanos.”
NOTA: La información que se encuentra entre comillas es tomada del documento facilitado por el Instituto de Cultura y Turismo de Pamplona: Doña María Águeda Gallardo Guerrero. Prócer de la Independencia de Pamplona y de Colombia. Escrito por María Clara Valero Álvarez, Presidenta de la Academia de Historia de la ciudad de Pamplona.
 

Flora Tristán




Flora Tristan.jpg
Nacimiento 7 de abril de 1803
Bandera de Francia Francia, París
Fallecimiento 14 de noviembre de 1844, 41 años
Bandera de Francia Francia, Burdeos
Nacionalidad francesa
Ocupación Escritora, activista, feminista.
Cónyuge André Chazal
Hijos Ernest y Aline.
Padres Anne-Pierre Laisnay y Mariano Tristán y Moscoso
Flore Célestine Thérèse Henriette Tristán Moscoso Laisnay, (*París, 7 de abril de 1803 - † Burdeos, 14 de noviembre de 1844) fue una escritora y pensadora feminista francesa de ascendencia peruana. Fue una de las grandes fundadoras del feminismo moderno.

Biografía

Su padre, Mariano Tristán y Moscoso, fue un coronel peruano natural de Arequipa (en ese entonces parte del Virreinato del Perú) y miembro de la Armada española, y su madre, Anne-Pierre Laisnay, francesa. Sus padres se conocieron en Bilbao (España) durante la estadía de su padre en ese lugar. Éste no llegó a reconocer legalmente a Flora.
Tuvo una primera infancia de lujo, y su casa era visitada por personajes que luego serían hitos en la historia como Simón Bolívar, que como el padre de Flora compartían sus orígenes criollos y vascos. Además se dice que Bolívar podría ser su padre biológico, dado que se enamoró de su madre.Esta situación de bondad económica y social se truncó con el deceso de su padre en 1807, cuando Flora apenas tenía 4 años, lo cual dejó a la familia en la pobreza. La falta de reconocimiento legal por parte del padre le impidió recobrar los bienes que dejara éste.
Por este motivo, Flora, niña aún, vive penosamente en el campo hasta los quince años de edad, y luego se traslada con su madre a uno de los barrios más pobres de París. Comienza a trabajar como obrera en un taller de litografía y con apenas 17 años, se casa con el propietario de ésta, André Chazal, y tiene tres hijos, uno de los cuales muere al parecer muy tierno; el otro se llama Ernest, y la tercera, nacida en 1825, es Aline, quien será la futura madre del pintor Paul Gauguin. Este matrimonio de conveniencia se disolvió a causa de los celos y malos tratos del esposo. Flora huye del hogar llevándose a sus hijos. Su doble condición de hija natural y esposa separada la redujo a la marginal condición de “paria”, como le gustaba autodenominarse. Chazal la persigue incansablemente. Finalmente, logra un acuerdo judicial con Flora, por el cual se queda con el hijo varón, mientras ella retiene a la niña.
No obstante, Flora desconfía de su marido y se marcha de París. Comienza su vida errabunda junto con su hija Aline. Gracias a la intervención del capitán Chabrié, en 1829 pudo remitir una carta a su tío Juan Pío Tristán y Moscoso que vivía en Perú, el cual durante cinco años le envía dinero para ayudarla en su pobreza. Gracias a Pedro Mariano de Goyeneche, pariente de los Tristán, Flora viaja a Perú en 1832, dispuesta a cobrar su herencia y recuperar un puesto digno en la sociedad. El 7 de abril de 1833, justo el día que cumplió 30 años, Flora se embarca en Le Mexican. El barco pertenecía al mismo capitán Chabrié, quien le había facilitado el primer contacto con sus parientes peruanos. La travesía hasta el Perú dura cinco meses, y tras desembarcar en Islay, Flora pasa a Arequipa, donde permanece hasta abril de 1834. Reclama a don Pío la herencia paterna, pero éste se niega a darle; ciertamente Pío la trata de “sobrina querida” pero al no haber ningún documento que acreditara que era hija legítima de su hermano Mariano, no podía proceder de otro modo. Únicamente accede a pasarle una pensión mensual.
Flora se traslada a Lima, donde permanece hasta el 16 de julio de 1834, fecha en que se embarca en el Callao con destino a Liverpool. Durante su estadía en Perú fue testigo de la crisis política de 1833-34, la guerra civil entre los partidarios de Agustín Gamarra y los de Luis de Orbegoso.
Flora escribió un diario de viajes acerca de sus experiencias en el Perú. El diario fue publicado en 1838 como Pérégrinations d'une paria (Peregrinaciones de una paria)
De regreso a Francia, emprende una campaña a favor de la emancipación de la mujer, los derechos de los trabajadores y en contra de la pena de muerte. Ya había conseguido la separación legal de su marido y la custodia de sus hijos; sin embargo, André Chazal, enfurecido e impotente, intenta asesinarla, disparándole en la calle y dejándola malherida, en septiembre de 1838. Flora gana notoriedad en la prensa, y Chazal es sometido a proceso que se le complica con la acusación de intentar violar a su propia hija Aline; finalmente es condenado a 20 años de trabajos forzados.
Separada ya de Chazal, Flora publica en 1840 un coherente programa socialista en L’Union Ouvrière (La Unión Obrera), en donde clama por la necesidad de los trabajadores de organizarse y aboga por su “unidad universal”; siendo la creadora de la consigna Proletarios del mundo, uníos. Se convierte así en la primera mujer en hablar del socialismo y de la lucha de los proletarios. Karl Marx le reconoció su carácter de “precursora de altos ideales nobles”.
Muere a los 41 años, víctima del tifus, mientras se hallaba en plena gira al interior de Francia promoviendo sus revolucionarias ideas.

  Obras

Flora Tristán fue autora de muchos trabajos de carácter ideológico y literario, los más conocidos son:
  • Peregrinaciones de una paria (texto francés, 1839 y 1840; traducción española de Emilia Romero, 1946 y 1971), libro que se presenta como una memoria de su viaje a América y su estadía en el Perú entre 1833 y 1834, sin embargo, la autora adopta múltiples formas narrativas para ofrecer su visión personal de sus experiencias. Es un libro fundamental para conocer de cerca los avatares de la incipiente república peruana, cuyas prácticas y costumbres fueron analizadas detenidamente por la autora.
  • Paseos en Londres (1840), pieza que contiene agudas críticas a la civilización británica.
  • La unión obrera (1843), folleto donde se sintetiza su ideario o programa de reformas a favor de la clase proletaria; obra fundamental de la biblioteca de Marx.
  • La emancipación de la mujer (texto francés, 1845 y 1846; traducción española de M. E. Mur de Lara, 1948) donde se manifiesta rudamente contra la inferioridad matrimonial del sexo femenino y ataca la gazmoñería del ambiente. Es un ensayo anticipatorio del moderno pensamiento feminista.
  • Mephis, novela cuyo protagonista aparece como una combinación de Mesías y Mefistófeles.

Influencia en la literatura

Inspirado en la lectura de Peregrinaciones de una paria, el escritor peruano Abraham Valdelomar escribió en 1914 La mariscala, una biografía novelada de doña Pancha Zubiaga, esposa del mariscal y Presidente peruano Agustín Gamarra.
En 1942, Luis Alberto Sánchez publicó un estudio de la personalidad de Flora Tristán titulado Una mujer sola contra el mundo.
En 1964, Sebastián Salazar Bondy publicó un drama en tres actos inspirado en la vida de Flora: Flora Tristán.
El escritor peruano Mario Vargas Llosa, en su novela histórica El paraíso en la otra esquina, analiza las travesías de Flora Tristan y de su nieto Paul Gauguin como contrastes para la vida ideal que ellos buscaban en sus experiencias fuera de su Francia.

Pensamiento


Flora Tristán en sus últimos años..
El feminismo de Flora Tristán se engarza en la Ilustración, presupone por tanto unas reivindicaciones y un proyecto político que sólo pueden articularse a partir de la idea de que todos los seres humanos nacen libres, iguales y con los mismos derechos, pero toma cuerpo en el periodo inmediatamente posterior a la revolución francesa. Manteniendo la continuidad con el pensamiento de autoras anteriores (Mary Wollstonecraft, entre otras), Flora Tristán imprime a su feminismo un giro de clase social, que en el futuro daría lugar al feminismo marxista.
Al tiempo, se emparentaba con las corrientes críticas a las que se ha denominado "socialismo utópico", pero teorizando ya la necesidad de una Unión Obrera, de un partido obrero. "Todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles del ser mujer" escribió en Unión Obrera.
Su lucha incesante por conseguir una sociedad más justa e igualitaria ha quedado plasmada en su obra. Así, entre otras, en Peregrinaciones de una paria denuncia las distintas manifestaciones de exclusión social de la sociedad de Arequipa; en Paseos en Londres (1840) realiza una de las primeras y más duras descripciones de los obreros ingleses. Escribió entonces "la esclavitud no es a mis ojos el más grande de los infortunios humanos desde que conozco el proletariado inglés".
En Unión obrera describe como "el mejoramiento de la situación de miseria e ignorancia de los trabajadores" es fundamental, porque "todas las desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio que hasta hoy se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles del ser mujer". Para Flora la situación de las mujeres se deriva de la aceptación del falso principio que afirma la inferioridad de la naturaleza de la mujer respecto a la del varón. Este discurso ideológico, hecho desde la ley, la ciencia y la iglesia margina a la mujer de la educación racional y la destina a ser la esclava de su amo. Hasta aquí el discurso de Flora es similar al del sufragismo, pero el giro de clase comienza a producirse cuando señala cómo negar la educación a las mujeres está en relación con su explotación económica: no se envía a las niñas a la escuela "porque se le saca mejor partido en las tareas de la casa, ya sea para acunar a los niños, hacer recados, cuidar la comida, etc.", y luego "A los doce años se la coloca de aprendiza: allí continúa siendo explotada por la patrona y a menudo también maltratada como cuando estaba en casa de sus padres.” Flora dirige su discurso al análisis de las mujeres más desposeídas, de las obreras. Y su juicio no puede ser más contundente: el trato injusto y vejatorio que sufren estas mujeres desde que nacen, unido a su nula educación y la obligada servidumbre al varón, genera en ellas un carácter brutal e incluso malvado. Para Flora, esta degradación moral reviste la mayor importancia, ya que las mujeres, en sus múltiples funciones de madres, amantes, esposas, hijas, etc. "lo son todo en la vida del obrero", influyen a lo largo de toda su vida. Esta situación "central" de la mujer no tiene su equivalente en la clase alta, donde el dinero puede proporcionar educadores y sirvientes profesionales y otro tipo de distracciones.
En consecuencia, educar bien a la mujer (obrera) supone el principio de la mejora intelectual, moral y material de la clase obrera. Flora, como buena "socialista utópica", confía enormemente en el poder de la educación, y como feminista reclama la educación de las mujeres; además, sostiene que de la educación racional de las mujeres depende la emancipación de los varones. Hecho que hasta la fecha se sigue recogiendo en las declaraciones de principios de los movimientos feministas.
Su discurso apela al sentido de justicia universal de la humanidad en general y de los varones en particular (ya que son los depositarios del poder y la razón)-, para que accedan a cambiar una situación que, a su juicio, acaba volviéndose también contra ellos. "La ley que esclaviza a la mujer y la priva de instrucción, os oprime también a vosotros, varones proletarios. (...) En nombre de vuestro propio interés, varones; en nombre de vuestra mejora, la vuestra, varones; en fin, en nombre del bienestar universal de todos y de todas os comprometo a reclamar los derechos para la mujer.” (Unión Obrera).
La Flora de la Unión Obrera adelanta un pensamiento que, anterior al Manifiesto Comunista, postula la unión de los trabajadores y las mujeres –los oprimidos del mundo-, en una Internacional que, mediante una revolución pacífica -aquí aparece su herencia saintsimoniana-, traerá la prosperidad y la justicia.
Dice de ella André Breton: "Acaso no haya destino femenino que deje, en el firmamento del espíritu, una semilla tan larga y luminosa". La vida de "una temeraria y romántica justiciera" puntualiza Mario Vargas Llosa en su libro sobre Paul Gauguin, El paraíso en la otra esquina.
La publicación de Mi vida es el autorretrato en el que se reconoce como una doble paria: la hija sin reconocimiento legal del padre y por lo tanto desheredada y la casada por conveniencia (necesidad). Habla de su experiencia en primera persona. Flora se confiesa víctima de esa doble opresión que como mujer siente en grado extremo, lo que la llevó a luchar contra el matrimonio como medio de opresión contra las mujeres, "el único infierno que reconozco".

martes, 21 de febrero de 2012

LYDIA BECKER

Nacida en Manchestre en 1827.Tras la muerte de su madre, se hizo cargo de la familia,por ser la mayor de las hermanas

 Estudió botánica. En 1864 ganó una beca por su colección de plantas disecadas, y dos años más tarde,se editó su libro Botánica para los principiantes,era escritora afilada.

 En 1866, tras asistir a una conferencia pro-sufragio, se convirtió en activista y fundó el Comité por el Sufragio Femenino de Manchester. En 1870 fundó el Diario por el Sufragio de la Mujer.
Elegida para la Junta de Educación de Manchester, luchó por mejorar la educación de las mujeres, defendiendo que los chicos debían también aprender a coser sus calcetines y cocinar sus propias comidas.Cuando aceptó la propuesta planteada en 1874 de promover el voto sólo para las mujeres solteras, se encontró con la oposición rotunda de algunas sufragistas casadas

Murió en 1890, a la edad de 63 años, víctima de la difteria; les heredó a las mujeres el derecho a la ciudadanía y al conocimiento de la botánica.




JOSEFA ORTIZ DE DOMINGUEZ

(Valladolid, hoy Morelia, México, 1768 - Ciudad de México, 1829) Patriota mexicana y heroína de la independencia de México, conocida también por el apodo de la Corregidora de Querétaro.
Nacida en el seno de una familia de españoles de clase media,

Durante los años que permaneció en el colegio aprendió a leer, escribir y nociones básicas de matemáticas, además de lo que se consideraba en la época que debía aprender una señorita de su clase social, de este modo aprendió a bordar, coser y cocinar.

En el año 1791 contrajo matrimonio con el Miguel Domínguez, el cual en aquellos años trabajó en la secretaria de la Real Hacienda y en la oficialía del virreinato de Nueva España.
Además de  labores domésticas, Josefa Ortiz de Domínguez se mostró muy identificada con los problemas de la clase social de los criollosa la cual pertenecía por ser descendiente de españoles.

Josefa defendió sus intereses de clase y también se hizo eco de las reivindicaciones de indios mexicanos, los cuales vivían en condiciones lamentables. Por este motivo durante toda su vida, intentó que se reconocieran los derechos de los indígenas y además aprovechó su posición, como mujer del corregidor, para llevar a cabo numerosas obras de caridad

Abrazó las ideas de independencia de la Nueva España, para redimir a todos los olvidados del gobierno español, como eran los indios y las clases mestizas pobres. Convenció a su esposo para que prestara su casa, con el objeto de que en ella se celebraran las juntas de los conspiradores. Y como si ello fuera poco, gastó la mayor parte de su fortuna en fomentar la insurrección.
Doña Josefa, que no sabía escribir o dibujar las letras, se ingeniaba recortando de los periódicos las letras, para formar con ellas palabras que pegaba en papeles, formando así los recados.
Fue internada en el convento de Santa Clara, donde estuvo recluida desde el año de 1813 hasta el año de 1817, en que se le puso en libertad bajo promesa de que nada haría en favor de la insurgencia.
Vivió en la ciudad de México, y murió el 2 de marzo de 1829.

Marianne Von Martinez

Marianne von Martinez (4 de mayo de 1744, Viena – 13 de diciembre de 1812, Viena),

Marianne von Martinez o Mariana Martínez fue hija de un diplomático español, pero nació y creció en la Viena de Haydn y Mozart. Se la recuerda sobre todo por su relación como alumna con Haydn; estaba a cargo del célebre libretista Pietro Metastasio, amigo de su familia, que vivía en el mismo edificio que un Haydn que acababa de ser despedido del coro de San Esteban. Se ofeció al genio de Rohrau tres años gratis de alojamiento y manutención a cambio de dar lecciones a la jovencita, que entonces tenía diez años. La relación de amistad con Haydn se mantendría el resto de su vida. Compuso unas 200 obras y también tuvo fama como intérprete; fundó una escuela de canto y en su casa se celebraron veladas musicales a las que asistía la crème de la crème del mundo musical vienés.

 Su obra es muy abundante, de gran calidad y abarca casi todos los géneros de la época, especialmente la música religiosa católica y piezas para piano, con la excepción de la ópera (no olvidemos que una mujer no tenía ninguna oportunidad para estrenar en un teatro).